Cada carta es un puente entre dos corazones. En este espacio, me dedico mis pensamientos a mi querida hija, un testimonio de amor y conciencia. Las/Estas/Mis palabras son como luces que despiertan su camino a través del tiempo. Que esta historia sea un tesoro que la fortalezca en sus momentos de incertidumbre. Un beso lleno de esperanza, Mi/Tu/N